Formatos para libros de no ficción

No siempre se trata de contar una historia, sino de transmitir conocimientos. Ya sea que estés escribiendo un libro de autoayuda, un manual práctico o una obra histórica, compartir lo que sabes o has vivido puede ser muy valioso. Por eso, te presentamos una selección de formatos ideales para libros de no ficción. Si no estás seguro de qué diseño elegir, estas opciones te facilitarán la decisión.

Opciones de diseño

Tradicional

Refleja la autoridad y el estilo de los clásicos libros de texto. Perfecto para obras educativas o informativas. Aunque su producción y envío resultan costosos, ofrece una presencia robusta y profesional, como una enciclopedia.

Cubierta: Tapa dura

Haz que tu libro tenga la importancia que se merece.

Tamaño: 155 x 235

Tamaño amplio para contenidos extensos

Medidas: 170 x 240

Ideal para conservar una apariencia académica

Acabado: Mate

Aspecto moderno y profesional

Interior: A color

Para resaltar gráficos, ilustraciones o esquemas

Funcional

Una alternativa práctica sin perder profesionalismo. Más cómoda que una tapa dura, pero con un formato lo suficientemente grande para destacar.

Cubierta: Tapa blanda

Económica de producir, fácil de transportar.

Medidas: 170 x 240

Amplio espacio para ideas detalladas

Papel: Blanco offset

Perfecto para textos informativos y técnicos

Acabado: Mate

Estética limpia y actual

Interior: Blanco y negro

Si no necesitas incluir elementos a color

Optimizado

Pensado para reducir costos sin sacrificar calidad. Combina buena legibilidad con eficiencia económica, siendo ideal para quienes buscan un balance entre contenido y presupuesto.

Cubierta: Tapa blanda

Asequible de fabricar, práctica para llevar.

Medidas: 155 x 235

Tamaño práctico que reduce gastos de impresión

Papel: Blanco offset

Conserva el tono académico y profesional

Acabado: Mate

Moderno y sobrio

Interior: A color

Perfecto para libros con gráficos e ilustraciones

Ideas para diseñar portadas de libros de no ficción

Las portadas de libros de no ficción pueden variar mucho dependiendo del tema. Por eso, es fundamental que el diseño visual comunique claramente el enfoque del contenido. Para orientarte mejor, una buena práctica es observar títulos similares al tuyo y analizar cómo presentan gráficamente sus conceptos. Así podrás inspirarte y definir un estilo acorde a tu público.